Para el caso que voy a hablar, o más bien denunciar, me voy a permitir el lujo de generalizar e incluir a todos los ciudadanos daneses por permitir vejaciones y asesinatos como los que se realizan en las Islas Feroe con los delfines calderones, sin que el gobierno de este país ni el resto de sus ciudadanos, hagan nada por evitar tal holocausto.
Siempre había imaginado que Dinamarca era un país con un alto grado de compromiso por el medio ambiente y preocupado por el planeta. Nunca más lejos de la realidad al recibir, como tantos otros, un correo que me mostraba unas imágenes que parecían sacadas del mismísimo Infierno de Dante.
Resulta que cada año, con la llegada de la primavera, los Delfines Calderones, - caracterizados por ser muy dóciles e inteligentes - en su migración anual, acostumbran a acercarse a las costas de estas islas para alimentarse, ya que se caracterizan por ser cálidas, poco profundas y ricas en nutrientes. Los energúmenos daneses, aprovechan este acontecimiento para celebrar la llegada de la madurez de sus jóvenes, realizando una matanza masiva de dicha especie (un total de 2500 al año). Estos indefensos delfines, son arrastrados a la orilla de las costas para, una vez allí, fondeados y sin posibilidad de escapar, ser brutalmente asesinados con unos garfios afilados. La escoria danesa y su gobierno, argumentan que todo es una campaña publicitaria en contra de ellos, ya que todo se hace por obtener alimento como se ha hecho durante cientos de años. La verdad es que viendo el sadismo exultante y sus herramientas para la caza, deja mucho que desear la versión emitida por los protectores de dicha atrocidad.
Es triste que en el siglo en que vivimos, aún la raza humana siga pertrechando fechorías como las aquí mostramos, y el resto cerremos los ojos y hagamos oídos sordos a tales acciones indeseables.
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